Central park, uno de los lugares más insólitos de Nueva York

Para mí, Central Park es uno de los sitios clave de la ciudad de Nueva York, así que no debes perdértelo si vas de visita a la isla de Manhattan.

Este parque se caracteriza por su perfecta forma rectangular que cuenta con unas dimensiones de 4.000 x 800 metros, para que nos entendamos, ¡Es casi el doble de grande que el principado de Mónaco!

Si estás esperando el típico parque soso con árboles y hierba ya te digo yo que es mucho más que eso ya que cuenta con varios lagos artificiales, pistas de patinaje sobre hielo y hasta un zoo, así como diferentes zonas para la práctica de deportes y actividades al aire libre ¿No suena bien?

Lo que más me llama la atención de este lugar a mí y a todo el que lo visita es el enorme contraste que ofrece ese pedazo de naturaleza en medio de los imponentes rascacielos neoyorquinos, como un refugio verde en el corazón de Manhattan.

Este paisaje es encantador en todas las épocas del año y por eso se ha convertido en el parque más visitado de todos los Estados Unidos con cerca de 38 millones de visitantes al año.

Además, su atractivo aumenta al haber sido el escenario elegido para diversas películas y series de televisión conocidas, ¿Quién no recuerda Love Story o Solo en casa 2?

Pero este parque no solo atrae a turistas, debes saber que es uno de los lugares preferidos por los neoyorquinos para ir a tomar el sol, pasear o salir a correr.

Una de las cosas más curiosas que viví en mi visita fue encontrarme con madres haciendo running a la vez que empujaban los carritos con sus bebés.

Un poco de historia

El origen de este parque se remonta al siglo XIX, cuando los habitantes de Nueva York tuvieron la necesidad de contar con un lugar donde la gente pudiese huir del ruido y de la contaminación que se generaba en la ciudad.

Así fue como en 1987 el estado de Nueva York aprobó la idea y otorgó unos 5 millones de dólares para la creación de dicho lugar. El arquitecto Calvert Vaux y el paisajista Frederick Law Olmsted fueron los encargados de dar vida a este proyecto con el diseño del parque.

Con el paso del tiempo, el lugar vivió un declive, potenciado por la crisis económica del 29. Por suerte para nosotros, con la ayuda de Robert Moses y las donaciones públicas el parque es como lo conocemos hoy. Más tarde, en los años 60 fue cuando empezaron a desarrollarse diferentes proyectos culturales relacionados con el parque que consiguieron darle el protagonismo que se merecía.

¿Qué hacer en Central Park?

Este parque cuenta con un montón de atractivos que lo hacen ideal para pasar un agradable día. Los planes que se pueden hacer en un lugar como este son casi infinitos pero voy a acortar la lista y a señalar los que me parecen más interesantes.

La flora y la fauna

Al tratarse de un parque, uno de sus principales atractivos turísticos es la posibilidad de disfrutar de la naturaleza.

Destacan los olmos americanos, una especie amenazada. La fauna la componen conejos, ardillas, ranas, peces y tortugas entre otros, sin embargo, este parque es conocido por ser un oasis para las aves migratorias por lo que es el lugar ideal para observar pájaros.

Entretenimiento

Además de la flora y la fauna, este es el mejor lugar para disfrutar de actividades culturales, sobre todo en verano.

El Teatro Público de Nueva York se encarga de hacer representaciones allí, además desde 1962 es el lugar elegido para celebrar el famoso festival teatral Shakespeare in the Park.

Otras de las cosas que se pueden hacer en verano es asistir a los conciertos que dan al aire libre la Orquesta Filarmónica de Nueva York y la Ópera del Metropolitan.

Hablando de música, también es habitual que los artistas elijan el parque como escenario para sus actuaciones, es el caso de Diana Ross o Bon Jovi.

El arte es otra de las disciplinas que también podemos encontrar en el parque gracias a los múltiples caricaturistas que trabajan allí mismo y que hacen una labor increíble con los turistas.

La verdad es que es una buena forma de llevarte un bonito recuerdo de Nueva York.

Deporte y actividades

Como ya adelanté antes, el parque tiene muchas facilidades para la práctica de ejercicio al aire libre. Puedes jugar al tenis en cualquiera de sus 30 pistas (sí, 30) o, si lo prefieres, patinar sobre hielo. También cuenta con piscina por si quieres darte un chapuzón.

Otro de los divertimentos que tiene es, por ejemplo, el famoso tiovivo que sigue vigente desde 1870 y que es una parada indispensable si viajas con niños.

Por último, el tradicional paseo en calesa por el parque es una de las experiencias más románticas y encantadoras que he podido vivir en Manhattan, sobre todo al atardecer para contemplar como el sol se pone por entre los inmensos rascacielos de la ciudad.

Los monumentos

Desperdigados por todo el parque tienes también numerosos monumentos que vale la pena visitar.

El conocido como Paseo de los Literatos cuenta con diferentes estatuas que homenajean a los autores más importantes de la literatura inglesa como Shakespeare o Fitz-Greene Halleck entre otros.

Otro homenaje a la literatura lo encontramos en la estatua de Alicia en el País de las Maravillas o en la de Hans Christian Andersen acompañado de uno de sus más famosos personajes, El Patito Feo.

Tampoco debes perderte el obelisco egipcio que se encuentra justo detrás del Museo Metropolitano. Esta pieza de 22 metros de altura creada en el 1500 antes de Cristo en la época del faraón Tutmosis III seguro que no te deja indiferente.

Por último, si eres amante de la música en general y de los Beatles en particular como yo, no puedes marcharte sin visitar Strawberry Fields donde se encuentra un memorial en recuerdo de John Lennon con el título de su famosa composición, Imagine.

Lo que más me gusta de Central Park es que siempre tiene algo nuevo que ofrecer. Cada visita, dependiendo de la época o incluso de la hora del día, guarda una sorpresa para ti y eso es lo realmente maravilloso de este lugar, que nunca es igual.

¡Disfruta tu viaje a Nueva York!